Pilot Parallel: la Revolución Caligráfica (I)

Uno de los puntales básicos de la caligrafía artística es, como se ha dicho varias veces, la variación en el trazo. Hay muchas manos en las que dicha variación constituye el adorno principal de cada línea, lo que dota de atractivo visual y de riqueza a los trazos que conforman las letras y sus adornos.

La caligrafía artística clásica se apoyaba, por tanto, en plumines que permitieran este tipo de variación con la facilidad y rapidez que requiere el experto. Como sabemos, los sistemas básicos son dos: la flexibilidad del plumín (especialmente para las manos Copperplate o Spencenrian) o el corte itálico (como la Gótica o la Itálica Cursiva).

(foto: imgarcade)

El plumín itálico, en su infinidad de variantes y ángulos, permite variar el trazo porque la tinta fluye a lo largo de una punta plana que, cuando discurre totalmente vertical, produce una línea tan ancha como su medida, y, cuando discurre horizontal, tan estrecha como su altura. Variando, además, el ángulo, se obtendrá una enorme gama de anchuras intermedias.

Hasta ahora, pues, la herramienta básica del calígrafo era el plumín itálico. Esto ha cambiado desde que Pilot ha redescubierto el modelo y ha puesto en el mercado una pluma singular: la Parallel Pen.

Lo primero que hay que preguntarse es si esto es una pluma y la respuesta ha de ser afirmativa. Lo es porque su mecanismo básico es el de la estilográfica si bien difiere de ella en un aspecto evidente: el plumín. Yo considero que, pese a ello, la estructura es la de una pluma y, quizá si se me apura, la de una pluma clásica, es decir, la de una pluma de ave o la de un palillero con plumín de acero. Pero, a diferencia de éstas, que no son autoalimentadas, la Parallel sí lo es.

(foto: Wikipedia)

La gran ventaja de la Parallel consiste en ofrecer un plumín itálico perfecto con la alimentación permanente y constante de una estilográfica. Esto, aparentemente tan sencillo, ha sido un invento revolucionario que nadie había conseguido. Es cierto que hay estilográficas con plumines stub o itálicos. pero siempre en pequeñas medidas y con grande limitaciones prácticas para la caligrafía artística de buen tamaño. Las Art Pen de Rotring son un buen antecedente pero no con la sencillez, las medidas y, sobre todo, el precio de las Pilot. La Parallel ofrece cuatro medidas incluyendo un fabuloso 6.0 mm. que nadie había pensado que pudiera usarse como una estilográfica.
La pluma tiene un diseño muy similar a las art pen o plumas caligráficas: con el cuerpo muy largo y apuntado para facilitar el agarre y el manejo libre del instrumento.

La alimentación se hace por cartucho específico de Pilot pero se sirve con un saco aerométrico que, según el fabricante, puede usarse para enjuagar la pluma aunque no para llenarlo de tinta. En realidad, no hay nada que impida usarlo como tal y así lo he hecho yo sin inconveniente alguno. También admite convertidores Pilot como el Con-20 o el Con-50, mucho más prácticos que el cartucho si se va a utilizar tinta embotellada. Finalmente, también se puede utilizar como eyedropper, ayudándose de un poquito de grasa de silicona en la rosca para conseguir estanqueidad.

Para entender mejor la Parallel, veremos en esta primera entrega sus partes empezando por lo más importante: el plumín. Consta de cuatro partes: el plumín propiamente dicho, el alimentador, la camisa de sujeción y la boquilla.

El plumín, como se ve, consiste en dos lámina de acero planas colocadas en paralelo (de ahí el nombre) que, gracias a unas minúsculas protuberancias que impiden que se peguen entre sí, permite pasar la tinta entre ambas. El plumín es muy largo para permitir que la tinta fluya desde el depósito hasta la punta sin problemas pasando por el alimentador.

El alimentador, en lugar de estar colocado bajo el plumín como en una pluma tradicional, sirve para sujetarlo, rodeando por completo las láminas planas y permitiendo que éstas se empapen en tinta para que pueda fluir permanentemente. La camisa de plástico sobre el extremo inferior del alimentador sirve para presionar firmemente todo el conjunto, ventilar el alimentador por la ranura correspondiente y evitar que el plumín se salga.

Aquí puede apreciarse el espacio que existe entre las dos láminas que conforman el plumín, una vez introducido en el alimentador autoportante que tiene incorporado, además, la boca de conexión al cartucho o convertidor.

Una vez montado el conjunto en la boquilla, por simple fricción, el sistema está listo para funcionar. Como puede apreciarse, se trata de una estructura tan sencilla como ingeniosa en la que cada parte cumple perfectamente su función sin necesidad de regulación o ajuste alguno. La pluma funciona indefectiblemente bien.

El inteligente diseño de la Parallel hace que el cambio de medidas del plumín sea muy sencillo y pueda ir desde el mínimo 1.5 mm del más pequeño hasta los 6.0 del más grande, siempre usando el mismo soporte y alimentación lo que redunda en su economía de producción y, afortunadamente para el usuario, en un precio muy asequible.

(Continuará)