domingo, 29 de noviembre de 2015

Parket Sonnet Subtle Big Red: El Renacimiento


La situación actual de Parker, como es bien sabido, no pasa por sus mejores momentos. Cuenta con modelos de éxito como las Duofold y sus diferentes ediciones especiales pero ha perdido la batalla de la mayoría de los segmentos inferiores en los que ha sido protagonista de excepción durante décadas.

A la altura de 1990, Parker decidió retirar sus ya veteranos modelos 75, Premier y Classic en favor de un nuevo modelo de gama alta que, en la medida de lo posible, ocupara el segmento superior y permitiera a la compañía no depender tanto del bolígrafo Jotter que a la sazón se había convertido en un campeón de ventas. Para ello volvió a requerir los servicios de Geoff Hollinton que ya había trabajado con Parker en el diseño de la Insignia. Así nació la Sonnet, una pluma que pretendía recuperar los viejos e incombustibles valores de la casa; una estilográfica proporcionada, con buen equilibrio y destacada elegancia.

La gama Sonnet, como muchas de Parker, es muy amplia. Cuenta con gran variedad de plumines, muchos de ellos de oro, acabados y materiales. En 1994, para empezar, Parker ofrecía nada menos que 18 acabados diferentes. Algo para cada gusto.


(foto: parkerpens)

En 1998, con la segunda colección de acabados, apareció una Sonnet lacada en negro de gran belleza pero que, por razones desconocidas, no volvió a reeditarse. En 2003, los acabados se redujeron a 12 y se llevó a cabo una pequeña actualización estética.

La Sonnet se ha venido produciendo sin interrupción hasta la fecha.Se trata de una pluma a la que se ha acusado generalmente de un desempeño mejorable, con algunos problemas de flujo, posiblemente debidos a un deficiente alimentador, y  cierta propensión al secado en cuanto se dejaba la pluma unos segundos sin capuchón, problemas muy frecuentes en las plumas fabricadas en China.

A estas alturas, no está claro cual será el siguiente paso de Parker en orden a conseguir una posición fuerte en la gama media de las estilográficas. En la alta, la Duofold funciona correctamente pese a unos precios altos, pero la Sonnet no parece la sucesora de la mítica 51. Aún así, y en espera de un nuevo y aún incierto modelo, Parker ha dado un paso al frente actualizando la veterana Sonnet con una nueva gama de colores que, sin duda alguna, ha revitalizado el modelo.

Bajo la rúbrica general de "Great Expectations", Parker ha presentado una colección de seis nuevos diseños que han insuflado nueva vida a la Sonnet hasta el punto de constituir, a mi juicio, un renacimiento del modelo, problemente porque Parker no tiene aún claro cuál será el siguiente paso a tomar.


(foto: goldspotpens)

Dentro de la nueva serie, el modelo que presento es el denominado Subtle Big Red. El nombre no hace referencia a los colores de la pluma sino que es una edición conmemorativa del gran modelo clásico de la marca. En realidad, ésta es una pluma lacada en un espléndido negro brillante excepto en la boquilla, que es mate.


El capuchón aparece decorado con un sugestivo anillo de color naranja que contiene el nombre Parker France y el logo de la marca. Esta banda hace juego con otro anillo, mucho más fino, que remata el cuerpo de la pluma en su unión con la boquilla. La combinación de colores resulta sumamente atractiva y, combinada con un clip de extraordinaria elegancia, acabado en un negro rodiado oscuro, confiere a esta estilográfica una gran belleza y una imagen decididamente moderna. Cada uno de los modelos de esta colección constituye una sorprendente combinación de colores poco convencionales con acabados clásicos.


El plumín de la Big Red es de oro rodiado de 18K, un acabado que casa perfectamente con los colores de la pluma. El tamaño de este plumín, típico de las Sonnet; no es demasiado grande aunque es una pieza bien proporcionada al ser una pluma de tamaño general contenido. En internet pueden encontrarse multitud de plumines de recambio que por muy poco (unos 20 euros), permiten jugar con puntos diversos. Atención porque muchos de ellos son simplemente chapados en oro aunque la inscripción no lo aclara.


La Sonnet Big Red es una pluma que se carga por cartucho o convertidor, ambos específicos de Parker y ambos elementos incluidos en la generosa caja de presentación que acompaña la estilográfica, junto con un folleto de instrucciones. La pluma cuenta con dos años de garantía.


La Big Red es una pluma construida en latón pero resulta muy equilibrada en el uso, No es pesada pero resulta sólida, de apariencia resistente y de gesto cómodo. Es una pluma muy portátil porque su tamaño, 133 cm, permite transportarla en el bolsillo de la chaqueta o incluso en el de una camisa. Como pluma de escritorio resulta, a mi parecer, algo pequeña; pero como instrumento que llevar a todas partes, tiene un tamaño idóneo.


El desempeño de la pluma es muy bueno; por encima de lo que últimamente venía siendo costumbre en el modelo. El trazo es generoso, continuo y regular, algo que se echa de menos en modelos inferiores de la marca.


La Sonnet es una pluma bella y de calidad con un sólo pero: un precio desventajoso comparado con sus rivales. Los modelos de esta nueva colección, se pueden encontrar a partir de unos 225 euros aproximadamente. Un precio que se me antoja algo excesivo cuando la alternativa podría ser, por ejemplo, una Sailor 1911 Realo, una Pilot 823 o una Platinum President, plumas de mayor empaque, superior calidad y desempeño, e inferior precio.


Quizá la Big Red y la colección Great Expectations en general, sea un paso adelante en la idea de modernizar la marca. Sería deseable que Parker recuperara, por lo menos, alguno de los valores que siempre tuvo y que consiguiese una pluma con las virtudes de las clásicas y un diseño innovador que le haga retornar al éxito de ventas que tuvo en su día. La Sonnet es una pluma elegante, limpia de formas e intemporal presencia. La renovación estética le ayuda a mantenerse viva. Ojalá esta colección no sea solo un restyling ocasional sino el inicio de una nueva era.

(NOTA: Esta pluma ha sido el regalo de un grupo muy querido de compañeros y amigos. Dedicada a todos ellos) 





jueves, 26 de noviembre de 2015

El Resultado del Penshow: Crónica de adquisiciones

Acabado el Penshow de Madrid 2015, toca hacer recapitulación de adquisiciones, lamentar la sobrevenida ligereza del bolsillo y alegrarnos con los nuevos ejemplares de nuestra colección. Nunca compramos tanto como queremos y siempre demasiado para nuestras posibilidades reales.



En esta edición del Penshow, que se está convirtiendo en la referencia europea, he adquirido algunos ejemplares de interés que paso a mostrar a petición de los amables lectores.


1.- Kaweco  Brass Sport

Una de los últimos modelos metálicos de la casa alemana, construido en un precioso latón con pátina que otorga a la pluma una belleza singular. Resulta una pluma contundente pero, dado su reducido tamaño, nada obsta a su perfecta utilidad como viajera y portátil.




2.- Kaweco Al Stonewashed Sport

Otra versión moderna de la Kaweco en aluminio. La pluma parece realizada en tela vaquera lavada a la piedra. Resulta sumamente atractiva por su sorprendente estética. Una estilográfica histórica en acabado muy actual.




3.- Parker 51 Teal 

Un fastuoso ejemplar de Parker 51 en excelente estado. Con todas las cualidades de las Parker más legendarias y la belleza y funcionalidad que siempre las adornan.




4.- Omas 360 Mezzo

Las Mezzo, pese a su denominación, son plumas de considerable tamaño y sólida presencia. Se distinguen de los modelos normales en que se cargan por cartucho, a través de un ingenioso sistema que, en cierta medida, rememora un pistón. Una pluma hermosa como pocas, original como casi ninguna y siempre funcional.



5.- Omas Bologna

Un modelo clásico en un hermosísimo celuloide marrón  jaspeado, material que Omas domina a la perfección. Pluma de buen tamaño e imponente presencia. Elegante como todas las boloñesas, dotada de un pistón de gran calidad y un plumín digno de la tradición de la vieja casa italiana.





6.- Pelikan 800 Burnt Orange.

Novedad en 2015, la Burnt Orange es una de las ediciones especiales más conseguidas de la casa alemana. La combinación de colores resulta muy llamativa y el color naranja se parece mucho al de las reeditadas Duofold clásicas. Un color brillante y lustroso que casa perfectamente con el negro profundo del capuchón y la boquilla. Con todas las cualidades funcionales de la M800, la mejor pluma europea.




7.- Aurora Afrika.

Se trata de un modelo que perseguía hace tiempo. La encontré en muy buenas condiciones y no pude resistirme porque una Aurora es siempre un objeto de deseo y la Afrika, una de las más hermosas de la colección continentes. Pluma de estética intemporal, cómoda como pocas y bella entre las bellas. La Afrika es digna de representar todo un continente.



Espero haber satisfecho la curiosidad de todos mis amigos y haber mostrado algunos ejemplares dignos de ser disfrutados.

sábado, 21 de noviembre de 2015

Estilográficas: de la herramienta a la joya

La idea de que un instrumento práctico pueda resultar a la vez bello, no es ni mucho menos un fenómeno extraño. Artes tan consagradas como la música, la pintura o la arquitectura, no dejaban de ser consideradas -en buena medida- productos de consumo que tenían una aplicación práctica, bien para amenizar actos oficiales, bien para conseguir un retrato fiel de una persona, bien para servir como viviendas.  Los artistas de cámara no eran sino funcionarios mediocremente pagados a los que no se les apreciaba por su genio creativo sino por su buena técnica y, sobre todo, por su fidelidad a los deseos y necesidades de quienes les contrataban.

Pero la artesanía ha sido siempre el mecanismo por el que un objeto práctico resultaba, al mismo tiempo, hermoso. Este fenómeno, casi tan antiguo como el hombre, se debe a que gustamos de adornar nuestras herramientas cotidianas con adminículos superfluos desde el punto de vista práctico pero que reportan una satisfacción estética determinada. Es un rasgo típico de la naturaleza humana que se extiende desde el menaje de cocina hasta las armas de guerra o la talabartería.

Los instrumentos de escritura no escapan a esta influencia, lo cual se ha materializando especialmente a lo largo de los últimos cien años. Hasta entonces, los cálamos, plumas de ave, cañas, etc, no eran más que herramientas de origen natural a las que poco se podía añadir en concepto de adorno dado que eran, esencialmente, perecederos. Los detalles artísticos se reservaban para tinteros, cajas, soportes o estuches, que sí podrían ser utilizados durante mucho tiempo.

(La mítica Waterman Ideal #15. c. 1900. foto: vintageflex)

Pero la llegada de una herramienta duradera como la estilográfica supuso un cambio radical en esta percepción y los instrumentos de escritura, como la mayoría de objetos personales reutilizables, se convirtieron en plataformas estéticas donde el artesano volcaba su conocimiento y sus habilidades artísticas para hacer de lo simplemente cotidiano, además, un objeto hermoso. Y de la misma manera que los orfebres del mundo antiguo embellecían peines, alfileres, espejos y armas, las estilográficas se llenaron de metales preciosos y los plumines se decoraron con armoniosos grabados.

(Una Todd de 1880. foto: vintageflex)

Muchos se ha andado desde aquellas primeras plumas negras de ebonita; tras los primitivos overlays italianos, aparecieron nuevos materiales que multiplicaron la oferta de colores y enriquecieron las cualidades estéticas de las estilográficas a lo largo de las décadas, hasta el reciente descubrimiento de que la estilográfica podía ser, por encima de todo, un objeto precioso, coleccionable, un objeto que valía más por su condición de joya que por su limitada funcionalidad. Este es el mundo que vivimos hoy en día y al que se dedican, en mayor o menor grado, todos los grandes fabricantes, especialmente los más antiguos y clásicos.
(La pluma más cara del mundo. foto: aurora)

Pero esta abstracción funcional de la estilográfica en beneficio de su condición de objeto precioso, no ha podido hasta la fecha con su vertiente práctica y funcional. Pese a todo, algunos fabricantes -especialmente japoneses- siguen ofreciendo lo mejor de los dos mundos, de forma que el estilófilo puede adquirir objetos funcionales y objetos bellos o, mejor aún, ambas cosas. No todo está perdido.

martes, 17 de noviembre de 2015

Sheaffer PFM: Pasado y presente de un clásico

En 1959, Sheaffer comercializó la que pretendía ser la pluma ideal para hombre: grande, ancha, discreta a la par que elegante, y con mínima ornamentación. Era un movimiento estilístico que se estaba dando en otros productos y que, tras los excesos de diseño de los años 50, comenzaban a inclinarse en favor de líneas más puras y sencillas.


Pero la pureza de líneas no esquivaba uno de los elementos definitorios de la PFM: su gran presencia y sus más que generosas medidas. Esta pluma se apartaba de los delgados diseños de los años 50 y buscaba un producto en el que el tamaño importase, un cliché tradicionalmente masculino.


La PFM, en el horizonte de sus más de 50 años de andadura, se ha ganado una sólida reputación de pluma de calidad y contundente presencia. Al mismo tiempo, se ha convertido en una pluma con enorme éxito entre los coleccionistas que han mantenido su precio en un rango relativamente alto entre las plumas de posguerra. Como no se fabricó en demasía, ha conseguido un envidiable estatus de pluma escasa y deseada, precio respetable y grandes resultados funcionales. Hay quien piensa que es una de la mejores plumas jamás construidas.


Hoy presento una hermosa pareja: una PFM y una Legacy.

La PFM IV que aquí se muestra, fue un cierto paso atrás desde el diseño de la III en favor del la II cuyas líneas remedaba. Sin embargo, a diferencia de aquella, que presentaba unos acabados más elementales, la nueva IV ofrecía un plumín de oro de 14K más el clip y la banda del capuchón chapados en el mismo metal.


Mecánicamente, todas las PFM venían dotadas del fabuloso aunque intrincado sistema de carga por snorkel, un fascinante artilugio de increíble atractivo y no menos complicación en el caso de que se llegase a averiar. El clip era cuadrado y resistente, respetando las claras líneas del cuerpo.


El capuchón de la PFM fue el primero de Sheaffer que no se roscaba sobre el cuerpo sin que se colocaba a presión. Para sujetarlo en su posición, del cuerpo de la pluma salían tres pequeños resaltes apoyados en muelles.


El plumín de la PFM era el nuevo y fabuloso inlaid de Sheaffer, una pieza trapezoide que seguía el diseño del Triumph pero lo hacía mucho más vistoso con su línea fundida al cuerpo, su recorte para permitir ver el color de la boquilla y su punta ligeramente apuntada hacia arriba. Este plumín se convirtió pronto en una de las señas de identidad de Sheaffer que lo utilizó en otros modelos como la Targa, la Imperial y la moderna Intrigue. El diseño de este plumín supuso un extraordinario despliegue de creatividad y originalidad por parte de la compañía americana.


El plumín inlaid, como otros inventos mecánicos de Sheaffer, también tiene sus inconvenientes, siendo el mayor de ellos su casi absoluta inamovilidad. Si resulta dañado, no suele quedar más remedio que cambiar toda la boquilla.


La PFM no tuvo el éxito que esperaba. Ya en 1963 dejaron de producirse los cinco modelos y la mayoría de sus características fueron heredadas por otra pluma parecida pero de inferior consistencia: la Imperial.


Pero en 1990, Sheaffer recuperó la vieja PFM y construyó una versión moderna, la Legacy, que era sustancialmente la misma pluma aunque ya sin el complejo sistema de carga por snorkel. La nueva pluma se cargaba con el tradicional Touchdown o, más sencillamente, por cartucho o convertidor.


El capuchón se sigue sujetando con los tres resaltes de muelles pero se añade, además, una arandela dorada entre el cuerpo y la boquilla. Las medidas generales de la pluma eran ligeramente mayores que las de la PFM


Aunque la Legacy que aquí se muestra es muy parecida en su composición a la original PFM, el modelo se ofrece en una enorme variedad de colores y acabados, a diferencia de sus escasas y discretas predecesoras.


Todavía hoy, 60 año después de su nacimiento, la moderna Legacy sigue ocupando un lugar preeminente en la producción de Sheaffer, ofreciendo un producto de calidad y buen diseño que mantiene su lugar en el mercado de alta gama aunque, sorprendentemente, se ofrece a un precio generalmente inferior al que tiene su veterana predecesora la PFM.


Agradezco a mi amigo Ricardo que me haya proporcionado estos hermosos ejemplares para su análisis.

sábado, 14 de noviembre de 2015

Penshow de Madrid 2015.

Un año más, el Penshow de Madrid ha abierto sus puertas durante todo el fin de semana. En esta ocasión, en un local más amplio y luminoso donde los aficionados pueden deambular y curiosear entre las mesas con total comodidad.

Es el momento, también, de encontrar a los viejos y a los nuevos amigos para disfrutar, entre todos, de la feria de la estilográfica más grande de Europa.