domingo, 29 de mayo de 2016

Visconti Divina Dessert Springs: el número mágico.

La florentina Visconti ha firmado algunas de las plumas más bellas de los últimas décadas. Ha utilizado materiales clásicos y formas novedosas para poder ofrecer unos productos absolutamente originales y de gran calidad. Durante sus primeros años puso en el mercado auténticos hitos como la Voyager, la Rinascimento, la Millenium Arc o la impresionante Titanic, entre otras. Todos eran modelos bellísimos, con sistemas de carga inusitados y de gran calidad como la bomba de vacío con reserva que se convirtió en su seña de identidad.

Visconti ha sabido mantenerse con una producción razonablemente equilibrada entre ediciones especiales, modelos más a sequibles como la Van Gogh o la Rembrandt y algunas producciones modernas de enorme calidad y capacidad de seducción como la Homo Sapiens o la Divina Proporzione.

Precisamente la pluma que hoy traigo a los lectores es una versión reducida de la divina Proporzione.Se trata de la Divina Desert Springs, inspirada en su hermana mayor pero con acabados más asequibles.


Ambas plumas se basan en la llamada divina proporción o número áureo, una cifra algebraica irracional que describe una relación o proporción entre dos segmentos de una recta y que se resume en 1.618 (0,618). Según Euclides: "Se dice que una recta ha sido cortada en extrema y media razón cuando la recta entera es al segmento mayor como el segmento mayor es al segmento menor". Dejando aparte las curiosidades geométricas y matemáticas de este número o proporción, lo que nos interesa es que, además, se atribuye una cualidad estética e incluso mística a los objetos cuyas medidas la guardan.

La Divina Desert Springs guarda esta proporción entre el largo total, el capuchón, y el cuerpo de la pluma. Visconti lo explica detalladamente en la documentación que se adjunta en la cual aparece un esquema al respecto.


Pero incluso para quien no aprecie la belleza intrínseca de esta proporción, la Divina sigue siendo una pluma hermosísima. Toda ella está diseñada en torno a una espiral en celuloide de color nogal con irisaciones, al que atraviesan varias líneas blanquinegras a modo de sutiles rasgos serpenteantes que resaltan y contratan con la calidez del material base. La belleza del material hace de esta pluma una pieza impresionante.Yo le achacaría, si acaso, un pequeño exceso de ostentación que, no sé muy bien a qué responde, pero que la pieza me transmite.


La forma espiral no resulta en absoluto incómoda para el manejo de la pluma. Al contrario, ofrece mayor facilidad de agarre y, dado que la boquilla es completamente lisa, no estorba en absoluto a su funcionalidad. Se trata, en todo caso, de una gran pluma de 150 mm. de largo, una pieza superior a la media del mercado. Esto contribuye a su imponente presencia.


El cuerpo de la pluma cuenta con un visor dividido en cinco ventanas longitudinales que permiten conocer el estado de la carga de tinta. Pero los dos detalles que hacen de esta pluma una genuina sorpresa son, por un lado, el sistema de cierre del capuchón y, por otro, el sistema de carga.


El capuchón es una pieza aparentemente normal pero cierra a bayoneta, como el objetivo de una cámara réflex, Visconti lo denomina Hook Safe Lock o cerradura de seguridad de gancho y se realiza presioando el capuchón contra el cuerpo y, a continuación, haciendo un pequeño giro. De esta manera, rápida y elegante, el capuchón queda perfectamente asegurado. Sin llegar a forzarlo, he podido comprobar que la unión es sólida.



La segunda característica singular de esta pluma es su sistema de carga que Visconti denomina "Push & Pull touchdown filler", una versión de su tradicional bomba de vacío.


El sistema está totalmente encerrado en al cuerpo de la estilográfica. Para ponerlo en funcionamiento, es preciso presionar ligeramente el botón metálico del extremo superior del cuerpo; con ello, la pieza sale ligeramente hacia atrás y, tirando de ella un poco más, se extrae una barra de pistón. Si sumergimos el plumín en tinta y presionamos con decisión esta barra de nuevo hacia el interior del cuerpo, el depósito se llenará limpiamente. Este soberbio sistema es, en efecto, una variación de la tradicional bomba de Visconti, aquí sin doble cámara, cuya única desventaja es la merma en la capacidad del depósito, debido a que parte del cuerpo de la pluma alberga el pistón extraíble.


Este sistema de carga, eficiente, original y artístico, es, a mi juicio, uno de los grandes atractivos de esta gran estilográfica. El conjunto que hace con el celuloide, la convierten en un modelo de éxito como, en efecto, ha ocurrido.

El clip de la pluma es un viejo conocido de Visconti. No es el original de sus primeros modelos que tanto me atrae, sino el más moderno en forma de puente con el nombre de la marca grabado en los laterales. Es un clip de buena factura y gran funcionalidad aunque me parece algo impersonal.


El plumín que lleva la Divina es el ya conocido estándar Visconti de oro de 18K con su convertidor habitual. Es un plumín grande y muy hermoso, con la flor de lis, símbolo de Florencia, grabada en dos tonos. Quizá se echa de menos algún diseño específico para esta pluma tan singular que, infelizmente, no parece merecerlo para su fabricante. Buen plumín; muy bello; pero estándar.


La pluma es una edición limitada, cómo no, a 1618 ejemplares. Su precio, a día de hoy y en el mercado secundario, ronda los 600 euros lo que la coloca claramente en el segmento superior aunque no se trate de una etiqueta disparatada. Pensemos que ése es el precio de una Montblanc 149 normal, cuyas virtudes no alcanzan a la Divina en casi nada.


La Divina Desert Springs es una pluma muy bella, muy bien ejecutada y llena de detalles de interés. Quizá no sea una pluma para usar todos los días y resulte ligeramente ostentosa, pero no deja de ser una pieza soberbia, digna del fabricante florentino.

Gracias a Ricardo por permitirme presentar esta pluma



jueves, 26 de mayo de 2016

Parecidos razonables (otro ensayo estético)

Supongo que los avisados lectores habrán leído, como yo, las repetidas apelaciones a las imitaciones que unas marcas hacen de otras en el mundo de la estilográfica. Desde la ya clásica protesta contra las japonesas que imitan a Montblanc, las italianas que imitaban a las norteamericanas o todo el mundo que imitaba a Parker, hasta las modernas chinas que lo reproducen todo. En realidad, el aprovechamiento comercial ajena del éxito propio es un principio económico casi tan viejo como el mundo. La Roma clásica imitaba los productos griegos porque tenían prestigio y se vendían mejor; los orfebres españoles imitaban a los americanos por su espectacularidad, los músicos sin suerte intentan reproducir los acordes y el estilo de los más famosos y los pintores se han copiado los unos a los otros desde los albores de la humanidad. El éxito ajeno suele ser un gran indicativo del camino a seguir.

En el mundo de la escritura, este principio es tan usado como en el de los demás, de modo que los fabricantes de estilográficas se han venido inspirando los unos en los otros desde que nació la industria. Acá con más éxito y acullá con menos, pero hay ejemplos para todos los gustos.



No voy a ofrecer aquí un muestrario de la historia de los parecidos razonables entre distintos modelos históricos, pero sí hacer algunas reflexiones sobre el estado actual de la cuestión y no tanto desde el punto de vista material, cuanto estético. Es decir, cómo los gustos y las modas cambian al compás de los tiempos haciendo que ciertos valores sean más o menos apreciados; cómo, en definitiva, evolucionan los principios decorativos y artísticos al compás de los tiempos.

Mi tesis es que la estética actual imperante en el mundo de la estilográfica es, eminentemente, la japonesa. No debería ser sorprendente ya que Japón es el líder mundial en esta industria, con gran diferencia sobre el resto de fabricantes. Pero la cuestión no es sólo de cantidad sino de estética, de modo que es posible reconocer que, a día de hoy, los principios artístico-culturales japoneses se están imponiendo en el mundo de la estilográfica, conformando un nuevo paradigma.


A estos efectos, me resulta especialmente revelador que los propios fabricantes japoneses están evolucionando muy rápidamente hacia expresiones estilísticas mucho más genuinamente niponas de las que usaban hace apenas veinte años, cuando sus competidores eran las plumas occidentales a las que, más o menos, seguían en lo estético. Siempre hubo modelos específicamente japoneses, sin duda, pero cuando la industria salía al mercado mundial, pretendía adaptarse al paradigma entonces dominante.

Creo que ha habido un momento singular que ha marcado el punto de inflexión en este cambio de paradigma estético y es el nacimiento de Nakaya. Antes de ella existía el maki-e, sin duda, y también el urushi, pero no más allá de un reducido número de modelos para aficionados y connoisseurs. A partir del impresionante éxito de Nakaya en los Estados Unidos gracias, sobre todo, al impulso que le dio Stutler, el entonces vigente paradigma del lujo y la belleza en la estilográfica, comenzó a cambiar.

Voy a mostrar a continuación diez estilográficas modernas cuya afinidad estética con las plumas japonesas es incontestable. En algún caso, parecen clones de Nakaya y, en otros, se basan en parecidos criterios de belleza. Que el lector juzgue por sí mismo y se entretenga en buscar otros ejemplos en los modernos catálogos. Estoy seguro de que hallará muchos más ejemplos.

Ranga



(foto: mehandiratta.wordpress)

Ya hemos tenido ocasión de disfrutar de las exquisitas formas de esta pluma india. Dejando aparte otras consideraciones funcionales, es una pluma perfectamente homologable a las nítidas líneas y la sobria belleza de una Nakaya.

Taccia


Las mejores Taccia siguen los criterios estéticos de Nakaya y otros fabricantes japoneses. Líneas claras, precisas y desnudas de adornos que distraigan la simple belleza de la forma.


Namisu


Este fabricante escocés no tiene reparo alguno en remedar las depuradas líneas del modelo Neo Standard, pero nótese que el parecido no es sólo de líneas, sino de concepto: sobriedad, limpieza y minimalismo.

Edison



Edison dispone de un variado catálogo y de diferentes materiales pero, en materia de forma y de concepción estética, la 76 se parece extraordinariamente a una Pilot de gama alta y muchas de las Pearl y Pearlette participan de la misma pureza conceptual estética de las Nakaya.


Franklin Christoph


Las bellísimas F&C tienen una indudable deuda estética con las plumas japonesas. Alguno de sus modelos podría estar perfectamente firmado por cualquiera de las Tres Grandes.


Karas Kustom



Estas plumas norteamericanas de metal participan de la misma limpieza de líneas y sobriedad decorativa que las plumas japonesas.

Romillo

Aunque la española Romillo suele entenderse más referida a modelos clásicos de los años 20, me parece igualmente patente que algunos de sus modelos se han redefinido en torno a los principios estéticos de Nakaya.


(foto: Pedro Haddock)

Clavijo



Las soberbias producciones de Clavijo han sabido aprovechar como nadie la inspiradora belleza de las plumas japonesas.


Danitrio



La norteamericana Danitrio no es una estricta seguidora de ninguna marca japonesa pero su estética es netamente nipona, sus modelos conceptuales los de ese país y en todo ello basa sus señas de identidad

Sailor. 


Hasta las marcas japonesas se hacen más japonesas. Los mejores modelos de Sailor y sus productos más elaborados, vuelven al urushi, a la ebonita pulida y al maki-e


Que cada cual saque sus conclusiones. A mi parecer, esta moderna avalancha de modelos de inspiración estética japonesa no deja lugar a dudas sobre quién es el actual dominante del mercado.


(salvo donde se indica, todas las fotos son de los respectivos fabricantes) 



lunes, 23 de mayo de 2016

Hero 616 color: Nuevos ropajes para un clásico

Si los lectores hacen un poco de memoria, recordarán que hemos tratado ya de una nueva estrategia de ventas que consiste en multiplicar los colores de los modelos veteranos. Los fabricantes han descubierto que se puede vender más ofreciendo una gama de colores muy amplia lo que, además de favorecer los gustos del comprador, permiten despertar en él un cierto afán coleccionista. Cuando las plumas ofrecidas son de gama baja y de precio asequible, el resultado suele ser el esperado  las ventas se disparan.

La 616 de hero es una vieja conocida. Una pluma de batalla, de buen desempeño, apariencia clásica debida al modelo al que homenajea, nada menos que la Parker 51. Hasta hace poco, la 616 se ofrecía en solo tres colores: negro, burdeos y verde oscuro. Pero hace poco que Hero ha decidido apuntarse a la corriente multicolor y ofrece esta pluma en nuevos acabados y, para aprovechar el tirón comercial, las vende haciendo juego. Y, como decíamos, si bien no es probable que quien ya tiene una o varias 616 vaya a comprar otra, es mucho más fácil caer en la tentación de hacerse con este nuevo juego de brillantes colores. Es mi caso.


La 616 se ofrece en tres tamaños, uno grande, denominado Jumbo, otro intermedio, y uno pequeño. Las versiones de colores que hoy presento corresponden al tamaño pequeño lo que no significa, en realidad, que se trate de una pluma minúscula, sino algo más corta y, sobre todo, más delgada, que los modelos superiores. Aquí la podemos ver comparada con una Jumbo.


Pero si comparamos las dos Hero con una genuina Parker 51, veremos que la diferencia es aún menor porque la Parker es algo más corta que la Jumbo aunque igual de gruesa. La pequeña Hero apenas representa un pequeño acortamiento y un más notable adelgazamiento con respecto a ellas.


La 616 multicolor es una pluma mucho más atractiva que sus hermanas mayores. Los colores son divertidos y, si bien sólidos y sin mucha originalidad, resultan chocantes cuando los aplicamos a las clásicas formas de Parker que, si bien ofreció la 51 en muchos colores, todos eran de corte serio y poco llamativo. Las Hero, en cambio, portan colores muy vistosos que quitan seriedad a la pluma.


No solo cambian los colores. El capuchón también es nuevo, con un clip dorado y un remate superior, o joya, en el mismo color que el cuerpo de la pluma, lo que añade otro toque de diseño simpático e informal.


En cuanto a su mecánica, es la misma que la de los demás modelos 616. La carga se realiza mediante una pieza aerométrica que, como también es habitual, no se puede desmontar fácilmente. Se puede hacer con la ayuda de una pequeña herramienta, pero no es algo que facilite el fabricante.


Las 616, incluso las pequeñas, cuentan con la ventanilla transparente que permite conocer el nivel de tinta de la pluma.


El plumín de las nuevas 616 está carenado y, aunque no he podido desmontar las plumas para comprobarlo,  parece del mismo tamaño que el de la Jumbo.


La pluma, como todas las 616, ofrece una escritura aceptable. Son plumines finos y no demasiado sutiles y, por tanto, no son un prodigio de suavidad; pero el trazo es decente y el flujo regular, perfectamente adecuado para una pluma de batalla que no requiere demasiadas atenciones.


El juego de las cuatro nuevas 616 se vende por menos de 9 euros envío incluido lo que significa que cada pluma tiene un precio de algo más de 2 euros. Tener el juego completo es demasiada tentación visto su coste y, de paso, permite cargar cada pluma con un color apropiado y tener así un conjunto de lo más llamativo en la cartera a cambio de muy poco.


Buena iniciativa de Hero que, con estas nuevas plumas, renueva la gama, se apunta a la moda multicolor y provoca el interés de quien, a cambio de unos pocos euros, puede disfrutar de un divertido conjunto de estilográficas de batalla.



viernes, 20 de mayo de 2016

Un paseo austral

Montevideo y Buenos Aires son dos ciudades fascinantes. Su personalidad es bien distinta, pero comparten ambas un sabor inigualable. El Estuario del Plata divide estas dos joyas arquitectónicas, culturales y humanas. Viajar a una y visitar la otra es obligado para el viajero. Un ferry cruza el estuario en dos horas y media aproximadamente, acercando estos dos países y estas dos ciudades en tantas cosas hermanas.


La inconfundible silueta del Palacio Salvo de Montevideo. Es el mismo que sobrevoló el Graf Zeppelin en 1934, camino de Buenos Aires.



Siempre que viajo, procuro reservar algún tiempo para vagabundear por las calles, explorar rincones y recalar en todo tipo de tiendas y establecimientos entre los que, como cabría esperar, tienen una especial importancia las librerías y papelerías.


Un hermoso atardecer en Buenos Aires.

Tanto en Montevideo como en Buenos Aires, la proliferación de librerías de todo tipo es algo que choca al viajero europeo, tristemente acostumbrado ya a la progresiva desaparición de aquellos viejos, mínimos, templos de la cultura, puertos de embarque de tantas curiosidades e ilusiones.  En la entrañable Montevideo, a la entrada de una librería donde estaba sentado, escuché a un  mendigo decir a la señora que amablemente le socorría: "La cultura es lo que nos mantiene lúcidos".


Bellísima librería en la ciudadela de Montevideo.

Ambas ciudades conservan una reconfortante predilección por este tipo de establecimientos, aún en sus emplazamientos originales, espléndidos, antiguos pero admirablemente conservados, donde a veces se encuentra un café en el que poder reposar y tomar un refresco mientras se hojean las adquisiciones recién hechas.


Vieja librería en Florida, Buenos Aires.

Las papelerías también abundan, aunque es difícil encontrar artículos asequibles para un europeo. Las estilográficas no son frecuentes y suelen limitarse a las sempiternas Parker, Waterman y Sheaffer, casi siempre de gamas inferiores.


Algunas plumas en una papelería montevideana

Los precios llegan, en ocasiones, a triplicar a los habituales en Madrid. Los propios tenderos, con la típica socarronería porteña, desaconsejan al viajero la compra: "dejá, no vale la pena..."



Varias Lamy en una papelería de Buenos Aires.

También se ven Lamys, también a precios disuasorios, pero en algunos colores ya agotados en Europa. Una Safari normal ronda los 45 euros y una AL-star, casi 80.


Algunos cuadernos argentinos de buena calidad y precio asequible.

En cambio, se pueden encontrar algunos productos a buen precio como plumillas o cuadernos, especialmente algunos productos argentinos de buena calidad y precios asequibles.


Una económica libreta de fabricación uruguaya

Por mucho que pregunté no encontré tinta en frasco, salvo algunos tinteros Lamy en Buenos Aires. En el resto, solo pude hallar cartuchos y con muy poca variedad.


Dos hermosas plumillas encontradas en una papelería de La Recoleta, Buenos Aires.

Dejando aparte las posibles compras, es siempre un placer pasear por las históricas calles de estas preciosas ciudades, urbes inolvidables que derrochan genio y  encanto. Sus gentes, sus calles, sus cafetines, sus plazas, son un viaje a lo mejor de nuestro pasado y a lo más cálido de nuestra memoria.




martes, 17 de mayo de 2016

La Gran Clasificación de Marcas (5). Especialistas

Para cerrar este ciclo de entradas, hablaré de empresas que no aspiran a liderar el mercado sino a ocupar una parte muy concreta de él. Su estrategia es la especialización, o sea, la personalización del producto en atención a un sector específico. No buscan tanto una ventaja competitiva como la elaboración de una imagen propia, reconocible en el mercado,  que tenga fuerza suficiente como para mantener su cuota.

La especialización suele darse por múltiples factores: a veces es un sector de la clientela, otro la de un tipo de instrumento y en otras ocasiones es, simplemente, un estilo. Como veremos a continuación, las marcas especialistas que he recogido en esta selección se dividen, en la práctica, en dos grandes grupos: las orientadas al mercado de lujo y las que se ocupan de nichos estilísticos o cualitativos muy determinados que, al mismo tiempo e inevitablemente, desembocan en altos precios. En realidad, como se puede comprobar, casi todas ellas se orientan hacia una clientela mucho más escogida que las marcas generalistas lo cual, a la postre, determina un mercado restringido y de altos precios pues, de lo contrario, la empresa no resultaría rentable.

Una de las características lógicas de este tipo de marcas es que se orientan al segmento del lujo. La razón es simple: ocupan una cuota con una demanda muy poco elástica que está dispuesta a pagar grandes cantidades de dinero por unos productos que casan perfectamente con sus aspiraciones de imagen pública o de inversión. Para este tipo de clientela, el precio no suele ser un obstáculo aunque, dependiendo de las marcas, el componente utilitario sí pueda variar. En otras palabras: estas estilográficas no siempre se comprar por su funcionalidad sino por otras razones: el alto precio digno de regalos especiales, la inversión económica, el elevado valor artístico o el mero coleccionismo especializado.


Montblanc


El paradigma de la empresa de lujo con éxito es la alemana Montblanc. Tras un pasado generalista pero de calidad, los nuevos propietarios de la marca decidieron orientarla casi exclusivamente hacia el mundo del lujo donde el componente funcional quedara en un segundo plano frente al poder representativo. Sus ediciones limitadas se han convertido en todo un referente aunque actualmente parecen haber topado con un cierto techo. Demasiado tiempo haciendo lo mismo termina por generar incertidumbres.


Tener una Montblanc es todo un símbolo de poder y, aunque ya no se compren por su rendimiento, siguen siendo plumas de calidad y buena factura, aunque cada vez presenten más problemas y defectos, además de un servicio casi prohibitivo. Pero es lo que ocurre con un Ferrari: ¿quién se lo compra pensando en cuanto consume?.


Montegrappa


Esta gran marca italiana también se ha refugiado hace tiempo en el mercado del lujo. Cada vez se orienta más hacia ediciones limitadas de alto precio en las que derrocha una imaginación y un barroquismo que a veces acaba convirtiéndose en objeto de dudoso gusto.



Pero Montegrappa sigue teniendo modelos de gama media-alta, sobre todo en celuloide, muy hermosos y elegantes, casi siempre elaborados con metales preciosos de adorno y acompañamiento. Su orientación al lujo no está resultando todo lo exitosa que debiera porque, además, compite con otros fabricantes que le ganan en capacidad de distribución y en imagen. Su futuro es, en cierta medida, incierto.


Dupont




La marca francesa, hoy propiedad de la multinacional china Dickson Concepts, mantiene una división de escritura con modelos de lujo ya clásicos en la historia de la estilográfica. Siguen siendo buenos productos y de manufactura muy precisa pero que se venden a precios del todo punto exagerados teniendo en cuenta la competencia. Su aura de material de lujo y su tradición más que centenaria, permiten a Dupont conservar una consolidada posición en el mercado de la ostentación y el regalo de calidad aunque dudo que dé grandes rendimientos efectivos a la empresa propietaria.


No obstante, parece claro que los productos se mantienen con un objetivo comercial y de imagen de marca que les reporta otros beneficios. No olvidemos que Dupont ofrece, junto a las estilográficas, numeroso productos de lujo como los encendedores de alta gama, de los que es un fabricante de referencia.


Danitrio


La empresa norteamericana de producción chino-japonesa ha sido un buen ejemplo de iniciativa inteligente y oportuna. Mucho antes de que el maki-e se universalizara, Danitrio comenzó a buscar artistas en Japón con los que creó un catálogo sencillamente apabullante.


Al mismo tiempo, Danitrio produjo plumas más baratas, de origen chino, con las que atacar el mercado de gama media y baja, si bien éste tipo de estilográficas ha ido desapareciendo de su catálogo. El de lujo, en cambio, se ha consolidado como uno de los referentes en el estilo maki-e, con artistas exclusivos y piezas de enorme calidad y atractivo. Su fama en los Estados Unidos está justamente consolidada y dispone de una clientela muy fiel.


Taccia


Itoya es una empresa japonesa que ha creado Taccia para comercializar estilográficas en los Estados Unidos. Dispone de un catálogo relativamente amplio con plumas de gran calidad. Las de gama inferior, o asequible, son plumas muy hermosas; pero, donde verdaderamente la casa echa el resto es en su gama de lujo, con ejemplares de enorme belleza y calidad.


Taccia tiene productos en maki-e, en maderas preciosas y en otros materiales especiales. Sus diseños son muy modernos y, en algún caso, de arriesgadas formas. Es una casa de lujo que aúna tradición y modernidad como pocas. Su especialización territorial y capacidad productiva la mantienen en un segmento restringido y poco popular, pero indudablemente rentable.


Marlen


He estado dudando de incluir a Marlen en este grupo porque últimamente me parece que la  marca de Caserta navega por aguas procelosas. Pero está claro que su estrategia más reciente la dirige al mercado de lujo, al que provee de otros productos, además de estilográficas. Su modelo de negocio se asemeja más al de Montblanc o Dupont que al suyo original, que fue el de una marca con un diseño inimitable, y rompedores modelos de clásico sabor y sorprendente belleza.

Con los años, la especialización la ha conducido a un segmento en el que compite con numerosas marcas europeas (entre ellas, algunas italianas) , aunque su objetivo parece haberse centrado, sobre todo, en Italia. Sus últimas creaciones en el campo de la estilográfica se adentran en el mundo de lo decididamente barroco aunque sigue contando con ejemplares de enorme belleza y buena factura.

Namiki


Así como Pilot es la marca universal, Namiki se ha especializado en el mercado del lujo y de la gran calidad en su producción. Si Pilot es la marca generalista, capaz de producir desde la Vpen hasta la 845, Namiki reserva su etiqueta para grandes producciones, que van, desde las ediciones especiales en formatos medianos, hasta su inigualable colección de obras en maki-e.




Los modelos básicos de Namiki son, nada menos, que las espléndidas Nippon Art, Yukari, Yukari Royal y las inefables Emperor. Plumas que impresionan por su belleza aunque también por su precio. Pero es lo que cuestan las obras de arte. Gracias a Namiki, y antes a Dunhill que las popularizó en todo el mundo, el maki-e se ha convertido en el gran estilo de moda.  Namiki es hoy el epítome del lujo.

Nakaya


Nakaya es una empresa minúscula que nació casi por casualidad y que ha conseguido, gracias a un par de golpes de suerte, el apoyo de los aficionados de los Estados Unidos, una comunidad de gran potencia económica y capacidad de difusión. Dispone de un catálogo de enorme belleza y un éxito impensable hace apenas un puñado de años. Ya no son tan baratas como lo fueron, ni su calidad es la misma, pero, con todo, siguen siendo unas de las plumas más hermosas del mundo y con un acabado artesanal que hace palidecer a muchos de sus competidores.


Nakaya ha convertido el urushi es un estilo de acabado mundialmente famoso y sus maki-e son también de gran calidad. Sus líneas de simplicidad zen y su gran capacidad de adaptarse a los gustos de su clientela, son otros rasgos distintivos de la marca. Las formas de las Nakaya son copiadas por muchas otras marcas que pretenden seguir sus pasos.

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Cierro con esta lista la clasificación de marcas de estilográficas. No están todas las que son, sin duda, pero sí son todas las que están y espero que esto sirva para que el curioso lector tenga una visión general de la industria y de sus principales actores. Mi compromiso es revisar estas listas regularmente para mantenerlas al día. de modo que no pierdan su vigencia.