viernes, 27 de enero de 2017

Cinco bólidos y cinco carretas. Plumas para escribir a diferentes velocidades.

Hace algunos días, un amable lector propuso una entrada en la que se aconsejase acerca de las mejores plumas para escribir rápido o para hacerlo lentamente. La idea me pareció muy interesante y, aunque la hemos tratado someramente aquí, me pareció que no estaba de más descender de la teoría a la práctica para concretar aquéllos consejos en algunas plumas determinadas en función de la velocidad de escritura que cada uno posee.

Recordemos que la velocidad de la escritura es una característica propia de cada individuo. Hay quien lo hace rápidamente y hay quien se toma su tiempo. Por otro lado, la velocidad es un factor que ha de ser puesto en consonancia con otros, como el tamaño de la letra y el tipo usado. No es lo mismo escribir en un estilo inglés formal que una cursiva itálica sencilla ni en copperplate, que en apenas meros garabatos. Hay tantos tipos de escritura como personas que escriben y, por tanto, es difícil dar consejos universales a menos que, como es el caso, pretendan ser muy generales. Posteriormente, cada cual será el mejor encargado de encontrar su zona de confort.

Poniendo a mí mismo como ejemplo, diré que suelo usar tres tipos de letra: la más formal, que suele verse en este blog, es una reconstrucción particular que he ido haciendo con los años a partir de un modelo clásico inglés  de Johnston. Para un uso más habitual, o profesional, suelo utilizar una cursiva tipo Palmer que es la que me enseñaron en el colegio y que me parece de gran belleza. Por último, y para notas muy rápidas o pequeñas frases,solo para uso propio, uso una variante aún más simplificada y esquemática de la Palmer que apenas son rasgos taquigráficos.


Cada una de estas letras se escribe a distinta velocidad. La más formal, no siendo lenta, requiere mucho más tiempo que la de tomar notas. Aquélla es buena para escribir con calma, pensando, deteniéndose y recreándose en la belleza de la escritura. La última es puramente utilitaria y solo sirve para escribir notas urgentes y para que no se escape ninguna idea rápida en una reunión. En medio, está la Palmer, un verdadero todoterreno que sirve para cualquier labor y que puede ser mostrada y compartida sin ningún problema de entendimiento.

Recordemos ahora el cuadro que aparecía en la entrada reseñada al principio y que establecía una primera clasificación de idoneidad:

Escritura              Letra                     Plumín adecuado

Lenta                   Grande                  B, M (Seco)
Lenta                   Pequeña                SEF, EF, F (Seco)
Rápida                 Grande                  B, M (Húmedo)
Rápida                 Pequeña                EF, F (Húmedo)

A partir de este simple esquema, todos pueden saber, aproximadamente, qué tipo de punto les conviene usar. Ahora voy a dar tres modelos de estilográfica para cada tipo de escritura, rápida o lenta. El tipo de letra, grande o pequeña, puede influir en la apariencia final del escrito, aunque no tanto en la funcionalidad. No obstante, las plumas aconsejadas están ordenadas de arriba abajo, desde la más húmeda (letra grande) hasta la más seca (letras pequeña).


Plumas recomendadas para una escritura rápida. Todas ofrecen un generoso caudal de tinta que se traduce en lineas húmedas y ricas, de trazo seguro y lleno, a cualquier velocidad, porque su conjunto plumín/alimentador permite que la tinta viaje con gran eficacia desde el depósito hasta la punta de iridio.


Sailor 1911 Naginata Togi Emperor

No es necesario presentar de nuevo esta fantástica estilográfica pero sí recordar que el bellísimo plumín naginata togi , Emperor, dotado de pletina auxiliar permite una variación de trazo absolutamente cautivadora y siempre con una riqueza de flujo y una consistencia incomparables. Lo mejor de lo mejor aunque sea a un precio elevado.


(foto: nibs)

Twsbi 580 M-B

(foto: the writing desk)

Las Twsbi de medida media o gruesa se caracterizan por un flujo muy abundante y un trazo muy jugoso. La carga por pistón le otorga, además, una gran autonomía.

Pilot 823 B



(foto: Pilot)

Una escritora con mayúsculas. El imponente plumín #15 Pilot ofrece unas virtudes de primera línea. Huérfano de fallos, está siempre dispuesto a ofrecer un trazo impecable y generoso.

Lamy Safari M-B

(foto: Lamy)

La Safari sigue siendo una pluma de gran calidad, bajo precio y trazo generoso, más apreciable en las medidas gruesas. Últimamente se han escuchado algunas quejas al respecto pero, en general, las Lamy son plumas de muy buen flujo, adecuadas para la escritura rápida y fluida

Pilot Metropolitan M
(foto: Pilot)

En la gama económica, la Metropolitan hace alarde del mejor plumín de su categoría y que incluso en una medida relativamente estrecha, facilita una escritura ágil sin que aparezca el mínimo titubeo en el trazo.

------------------------------------------

Plumas recomendadas para una escritura lenta. Prima aquí la consistencia del trazo, la regularidad de su grosor y su continuidad, pese a tratarse de una línea esencialmente fina. Son plumas que permiten una escritura firme y, al  mismo tiempo, húmeda y jugosa.

Pelikan M400 F



(foto: Pelikan)

Los plumines Pelikan son garantía de calidad y el de la M400 es un buen ejemplo. No es una pluma barata, pero su desempeño es soberbio. En puntos finos o extrafinos, el plumín alemán muestra sus grandes cualidades.

Platinum 3776 F

(foto: Platinum)

La 3776 es una de las mejores plumas del mundo y su plumín hace juego con ella. Es una pieza de rendimiento inmaculado y sabroso. Una ganadora neta.

Pilot VP F


(foto: Pilot)

La fantástica VP cuenta con un plumín de rendimiento supremo. Incluso en medidas finas, e incluso en su versión de acero, proporciona trazos seguros y continuos. Una delicia.

Faber Castell Emotion F


(foto: Faber-Castell)

Uno de los mejores plumines de acero del mundo. Su desempeño es intachable y la línea que traza, perfecta.

Sailor 1911 Estándar M-F
(foto: sailor)

La misma eficacia de todas las Sailor pero en tamaño más comedido. Su plumín de oro es, sencillamente, incontestable.

Estas son mis plumas escogidas en función de los dos tipos de velocidad en la escritura. Estoy seguro de que los lectores tendrán su propia elección porque se trata de un tema muy abierto a las experiencias particulares. Con todo, este ramillete de bellezas puede dar una idea bastante aproximada de lo que se puede conseguir en cada caso.



28 comentarios:

  1. Vaya tela el mes de rebajas que nos estás ofreciendo. Resulta que estoy de acuerdo en casi todas pero con la escritura cambiada. A mí para escritura rápida me gustan más bien de poco flujo que si no se me hace eterno el secado a la hora de volver la página, cuando escribo lento me gustan con mucho flujo para delitarme con los cambios de color que ofrecen algunas tintas al secarse. 580 y 823 a lenta, VP a rápida. Safari y Metropolitan para regalo. #3776 F, e motion F y 1911 F para rápido. Las demás no las conozco. Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tus comentarios Rafa; como bien dices, la experiencia personal de cada uno, incluso los gustos, son factores de gran importancia a la hora de elegir la pluma que más se ajusta a sus necesidades. En general, a mí me gustan los puntos gruesos y escribo relativamente rápido, por lo que los puntos secos casi siempre cortan el trazo por falta de flujo. Pero también disfruto escribiendo despacio con plumines finos, aunque siempre jugosos- Es un placer saludarte, un fuerte abrazo

      Eliminar
  2. Coincido completamente con la Faber Castell, yo tengo la Ambition con punto F, que supongo que es el mismo plumín que el de la Emotion, y está claro que es para escribir lento. De las demás por desgracia no puedo opinar. Un abrazo.
    Antonio F.B.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario, Antonio. Ahora se trata de explorar otras posibilidades y caer en nuevas tentaciones. Un fuerte abrazo

      Eliminar
  3. Hola Capitán y resto de tripulación. Esta es la primera vez que me animo a escribir en este blog que mi mujer está deseando cerrar con todas sus ganas... Desde siempre he sido un enamorado de la escritura con pluma, siendo por ello un rara avis entre mis compañeros, tanto de instituto como posteriormente de carrera y, finalmente, de profesión.
    Desde siempre he usado plumas europeas (italianas) y americanas. Gracias a este blog he conocido más a fondo el mundo de la estilofilia y he descubierto las plumas japonesas.
    He ampliado mi pequeña colección en un número importante de ejemplares (de ahí las ganas de cerrar este blog de mi mujer...)
    Respecto al tema de hoy, motivo por el que me he animado a escribir, es a proponer alguna otra alternativa.
    Yo soy un enamorado de los trazos gruesos y húmedos y regulares, tanto en escritura lenta como en la rápida.
    De los plumines que más satisfecho me han dejado, debo destacar al Naginata togi de una sailor 911 large, el de Aurora... Respecto al de plumas más asequibles el Fusión de Delta también me convenció para bien. Ninguno como él Naginata Togi, eso sí.. y eso os lo debo agradecer al Capitán y a todos vosotros que opináis y me hacéis reflexionar (y a mi mujer ponerse a temblar...)
    Un saludo
    Jaime

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un placer saludarte, amigo Jaime. Mil gracias por tus amabilísimas palabras y acepto de buen talante la responsabilidad que me toca en el problema familiar que casi siempre compartimos los estilófilos. Felicidades por ese "naginata" que, como tú, considero de los mejores del mundo. Gracias también por tus aportaciones. Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  4. ¡Qué descubrimiento! Nunca me dio por relacionar el plumín con la velocidad de escritura; y sí, en cambio, con el papel, cosa que, querido amigo Pedro, no aparece en su apunte, tan interesante por lo demás.
    Por mi experiencia, los papeles muy satinados como los Rhodia-Clairefontaine, Oxford o Imborrable hacen que la pluma llegue a patinar y se acelere el trazo, con independencia de la suavidad y el grosor del punto e incluso de la fluidez de alimentación y, otro factor a tener en cuenta, de la tinta empleada. Hace bastantes años (cuando todavía no nos visitaba el pajarete), llegué a arruinar un par de piezas muy queridas entintándolas una de ellas con una tinta caligráfica, y la otra con una elaboración propia cargada de agallas de roble: empezaron escribiendo lentamente, y ¡ay! pronto se atascaron irremisiblemente.
    Estoy de acuerdo en que los tipos de letra influyen en la velocidad de escritura; nadie puede pretender tomar apuntes rápidos en letra uncial o gótica. Pero la belleza no tiene por qué estar reñida con la rapidez o lentitud con que cada cual escriba o, en el fondo del asunto, con que se tome las cosas de la vida: la prueba está en la hermosa letra que usted nos obsequia en las muestras de la mayoría de sus apuntes, tan personal, equilibrada, bella y ¡legible!, por más que se inspire en el maestro de maestros Edward Johnston.
    Pero el uso de la Palmer provoca en mí algunas reservas. El método Palmer era en sus inicios algo más que una tipografía para amanuenses: todo un programa de educación física que ofrecía indicaciones para la postura del cuerpo, la forma de sentarse, la posición de ambos brazos, y los movimientos no solo de los dedos sino también de la muñeca, el codo y el hombro de la mano destinada a manejar la pluma. Presentada como un instrumento moderno, adecuado para la práctica comercial y procedente de la metrópolis del nuevo imperio económico que se gestaba en los USA a finales del siglo XIX, se impuso pronto en todo el continente americano y casi desbancó en Europa a sus viejos modelos de letra cursiva: la itálica, la batard o la bastardilla española, tan equilibradas, bellas y rápidas aunque sin las excesivamente adornadas ligaduras de la recién llegada americana. De manera que del término cursiva pronto vino a derivarse cursi, como sinónimo de afectación de dudoso gusto impuesta por la moda.
    Sea o no cierto esto último, lo que sí parece fuera de toda duda es que el término cursiva procede del verbo latino curro-is-ere-cucurri-cursum, que significa lisa y llanamente correr. O sea, que la letra cursiva es la que sirve para escribir corriendo o de corrido (quod erat demonstrandum); y es que su inclinación coincide con el sentido de escritura izquierda-derecha en nuestras lenguas occidentales.
    Por último (¡santo cielo, ya es hora de acabar!) dejo a la consideración suya y de sus lectores algo difícilmente explicable que ocurría en mis tiempos mozos: la letra cursiva canónica a la que hemos aludido, inclinada hacia delante, se atribuida a los varones, mientras que la inclinada hacia atrás en el sentido de la escritura se tenía como propia de las mujeres. Increíble pero cierto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querido Juan; has abierto una pequeña caja de Pandora porque la caligrafía es una (otra) de mis pasiones. La enseñanza de la caligrafía en España es, precisamente, un tema que he estudiado a fondo y que daría para algo más que unos comentarios; me temo que para una monografía. Desde la desaparición de la asignatura en 1938 hasta la reintroducción por el franquismo y la influencia de los Escolapios, en cuyas aulas yo estudié mis primeras letras, la cuestión es literalmente arrebatadora. A tus interesantísimas y magníficamente fundadas opiniones, añadiré solo una pequeña glosa y es que los métodos modernos comerciales como el script o el Palmer, fueron los que consiguieron integrar algunos de los grandes modelos de caligrafía imperantes hasta los primeros años del S. XX. Y otra anécdota al hilo de la tuya: en los años 30 y 40, a las niñas se les solía enseñar la letra "redondilla", mientras que a los niños, se les enseñaba la cursiva. Es un placer recibir tus comentarios. Un fuerte abrazo, amigo mío.

      Eliminar
    2. Yo también estudié en los Escolapios, en la Escuela Pía Balmes de Barcelona, y debo decir que durante un año de la antigua EGB teníamos Caligrafía como asignatura. Inolvidable Sr. Guasch. Desconocía el trasfondo del asunto y animo al Capitán a ilustrarnos con entradas al respecto en su bitácora.

      Eliminar
    3. Qué agradable coincidencia, amigo Sachse. "Las campanas repican vibrantes"... un fuerte abrazo

      Eliminar
  5. ¡Cuántas cosas interesantes en respuestas al mensaje, también muy interesante, del Capitán!

    Mi letra no es especialmente hermosa. Tiende a ser pequeña, más o menos estirada. Ya me he demostrado que mi punto suele ser el medio o el fino (...aunque depende de marcas). Ocasionalmente, paso al 1.1 e incluso, para títulos, al 1.5. Tampoco uso el mismo tipo de letra si tomo notas rápidas de una lectura o si hago una lluvia de ideas para preparar un trabajo. Para lo primero usos muchas veces fichas de papel y me viene muy bien un punto fino. Para lo segundo, a veces empiezo con puntos medios y, según voy poniendo ideas, puedo ir cambiando de grosores e incluso de colores.

    En cuanto a los papeles -otro gran mundo que em atrae mucho: papeles, cuadernos, agendas, etc.-, a veces me he llevado alguna sorpresa desagradable con buenos papeles. Por ejemplo, una pluma que siempre me ha escrito muy bien, empezó a fallarme en un cuaderno de Rhodia... (o de Clairefontaine). Luego, volvía a escribir bien sobre papel normal -de calidad, pero no tan bueno-. ¿Quizás algún problema de "baby bottom" incipiente, no muy marcado? No sé. Hasta donde puedo juzgarlo, no lo creo. Aunque no la he llevado "al médico". En fin, tampoco me importan estos "caprichos". Lo correcto -defectos de cosntrucción aparte- es conocer las cualidades de las plumas que uno tenga, para usarlas de acuerdo a sus posibilidades y disfrutarlas al máximo.

    En fin, un saludo a todos y gracias por tantas cosas interesantes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tus palabras y por compartir tus experiencias, amigo Nauta. Lo que dices de los papeles es una gran verdad porque su textura y cualidades influyen enormemente en la escritura. Si el plumín tienen algún defecto, lo revelará según se use uno y otro. Por lo que cuentas del tuyo, es probable que se trate del "baby bottom" que, en efecto, es más patente en papeles muy satinados. Un fuerte abrazo, amigo mío.

      Eliminar
  6. Hola muy buenas,quería hacer una pregunta, para comprar por internet qué sitios recomendáis?. Estoi empezando en este mundillo aunque siempre me habían llamado la atención las plumas, y había tenido ya varias, pero vivir en un pueblo pequeño no ayuda. Lo dicho darte las gracias por el blog y por compartir todos vuestros conocimientos, un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu pregunta, Jorge, pero te pido disculpas por no poderte responder. Es política del blog no hacer recomendaciones de vendedores ni de tiendas. No obstante, te sugiero que busques el modelo que te interesa en internet y que luego, selecciones los distribuidores que lo ofrecen mejor precio. Luego comprueba sus antecedentes. Seguro que encuentras una buena oferta. Un cordial saludo

      Eliminar
  7. En primer lugar, dar las gracias a Pedro Haddock por su generosidad al compartir tanto conocimiento y por esa productividad, que roza el estajanovismo, y de la que todos los lectores nos beneficiamos.
    Siguiendo la línea iniciada por JuanZevi, quisiera proponer una reflexión en el sentido inverso de esta entrada. Aquí se propone la elección de una determinada pluma en función de lo que identificamos como características de nuestra propia letra (y diferentes usos de la pluma).
    Lo que planteo es ¿Qué sucede con nuestra letra cuando ya tenemos en nuestras manos una pluma en concreto? Una pluma y los elementos necesarios para llevar a cabo el acto de la escritura: tinta y papel.
    Llevo tiempo ensayando con las diferentes variables que confluyen en el acto de la escritura manual con pluma estilográfica y registrando como afectan al resultado final. Dicho de otro modo, la decisión que tomemos en cuanto a pluma, plumín, tinta y papel afectará seriamente el resultado de nuestra escritura.
    De forma simplificada propongo la reflexión sobre cuatro variables y un número también simplificado de valores para cada una de ellas:
    PLUMA: Peso, longitud, diámetro de la pluma, diámetro de la boquilla, balance y alimentador
    PLUMÍN: Tamaño, punto y flexibilidad
    TINTA: Fluidez, saturación y sombreado
    PAPEL: Tamaño de la hoja, grano, capilaridad y escala de satinado (otras características como color, gramaje, etcétera… afectan a la calidad final del trabajo más que a la letra propiamente)
    Pero lo más interesante es comprobar qué le sucede a nuestra letra cuando empezamos a combinar estas variables: misma pluma y papel pero con distinta tinta, cambio a un plumín más flexible, etcétera y comprobar que cada nueva combinación provoca alguna modificación en el trazo de aquello que seguimos llamando nuestra letra.
    Un saludo a toda la comunidad lectora y al responsable de tan excelente blog.

    LluísBcn

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu interesante planteamiento, amigo Luis. Como bien apuntas, nuestra elección de pluma, tinta y papel, además de otros factores, será relevante para el resultado final. La grandeza de la estilográfica es su versatilidad y las infinitas posibilidades que ofrece. La experiencia y práctica de cada uno determinará qué es lo más adecuado en cada momento y para qué cosa. Un fuerte abrazo, amigo mío.

      Eliminar
  8. Interesantísimo tema y enfoquen, Pedro. Lo que lo hace original, es casualmente emprender el viaje de la escritura hacia la pluma y no al contrario. Es la visión del estilófilo coleccionista-artista y no la del escritor que ve a la estilográfica, como el instrumento utilitario.
    Siempre se ha dicho que la escritura, mas allá del instrumento de comunicación que es, es una forma de arte (las letras son el dibujo de nuestros pensamientos). Quizá la escritura rápida es a la puntura lo que el impresionismo y la lenta y sosegada, el hiperrealismo. Las estilográficas y sus características hacen, que el que las usa, modifique su escritura en función de esta y, para nadie es un secreto que escribir con estilográfica, mejora la caligrafía. El coleccionista, que usa diversas plumas escribirá de manera diferente con cada una de ellas y ciertamente también influye el papel y la tinta. Una misma tinta dará tonos y sombras con diversos plumines y flujo de estilográficas.
    Escribí todos mis apuntes de la universidad (a velocidad supersónica), con dos Parker Vector M. Si yo hubiese leído este articulo en esa época, esas no hubiesen sido las plumas elegidas para esa frenética misión. Agradecido por este original trabajo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tus palabras, querido Leonardo. interesantísimas reflexiones, como siempre. Es un honor contar contigo. Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  9. Al capitan y a todos los lectores que puedan ayudarme, uso una estilográfica desechable que ustedes mismos me recomendaron, y se me hace muy cómoda, aunque siento que el resultado, es decir, la tinta, tiene aspecto aguado. He estado pensando en comprarme una Lamy Safari F, no muy segura de su resultado ni de si existe, pero al leer este post tengo la impresión de que al ser para escritura más rápida no me iría bien y me pasaría lo mismo. ¿Algún consejo? Estoy un tanto desesperada respecto al acabado de mis escritos.
    PD: me ha encantado leer los comentarios sobre la caligrafía porque me encantan las fotos que sube el capitán de la suya.
    PDD: muchas gracias a todos y en especial al capitán por este increíble blog.

    ResponderEliminar
  10. Buenas tardes, yo diría que es una buena elección, porque incluso si después adviertes que no era para tu tipo y velocidad de escritura, podrías cambiar ,por poco dinero, sólo el plumín. Las Lamy Safari tienen esa gran ventaja. De mas esta decir que son plumas de excelente calidad. No te decepcionará. Otra cosa es la tinta. Ahora mismo estoy usando un azul fantástico y saturado, es decir, nada aguada: "Sargasso Sea de Diamine", espero haberte podido ayudar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que si me ha ayudado bastante. Aun soy algo lego en el tema del cambio de plumín, pues no sabia que podía hacerse. Tampoco tengo mucha idea sobre tinta, si hay alguna opción barata y puede decírmelo sería fantástico.
      PD: ¿hay de todos los colores? Como ya dije soy muy lego en esto

      Eliminar
    2. Diamine es una de las marcas con el más amplio catálogo de colores del mercado y goza de muy buena reputación en ciento a flujo, limpieza y mantenimiento. Es fácil de encontrar en internet y físicamente en papelerías de Madrid o en IguanaSell. Su precio no llega a los 8€ y sus frascos contienen generosos 80 ml. Es una excelente opción.

      Eliminar
    3. Las estilográficas Lamy no usan cartucho?

      Eliminar
    4. Usan, en efecto, aunque es específico de la marca.

      Eliminar
  11. Mucho escolapio veo por aquí... y yo entre ellos!!!... je je je... pero, si bien estudie caligrafía... no era donde sacaba mejores notas. Ahora cuando ya me hago mayor, sí me gusta, me encanta, me relaja y me abstrae... serán cosas de la edad. Y vuestros consejos sobre tipos de tinta / papeles/ flujos de tinta son muy ilustrativos. Muchas gracias a todos... y a seguir practicando... por supuesto contando con vuestros generosos consejos...
    Mucius Scaevola

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario, querido Mucius. Siempre es un placer verte por aquí, amigo mío. Un fuerte abrazo

      Eliminar
  12. Yo con los escolapios, sólo en colonias. Pero tengo muy buenos amigos que pasaron por sus aulas.
    Muy acertada selección. Suscribo completamente todo lo que tenga que ver con la 823. Es la pluma total.
    Eso sí... Ojo con los puntos gruesos y el alimentador. No todos ellos dan tinta a la velocidad de flujo que precisa un B.
    Para escribir despacio a mí me viene a la cabeza algo itálico. Se que es un poco salirme del camino, pero asocio esos cortes con una escritura pausada.
    Muy divertida clasificación, y muy animada conversación al respecto!
    Gracias a todos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tus comentarios, Rafael y también por tus observaciones. La escritura con plumines itálicos da para una entrada propia. Un fuerte abrazo, amigo mío.

      Eliminar