Poco se puede añadir de la Lamy Safari en términos funcionales. Es una pluma tan famosa que va camino de convertirse en el nuevo icono de la estilográfica de bajo coste. Práctica, robusta, buena escritora y muy cómoda, conserva un lugar preeminente en la gama baja del catálogo de la casa alemana y ha extendido su fama y su distribución por todo el mundo, casi sin excepción.
Las maniobras comerciales que Lamy ha ensayado para mantener a la Safari como una pluma de referencia en este ámbito han tenido éxito. Y pese a los ataque que le llegan de Taiwan, de Japón y de otras partes de Alemania, la Safari sigue siendo un éxito sin paliativos. A ello ha contribuido, sin duda, una inteligente política de diversificación de modelos y la decidida apuesta por la multiplicación de colores, lo que ha convertido a esta pluma en objeto de colección.
Además, Lamy ha ido reservando colores especiales para sus ediciones especiales, de alcance anual, pero que son muy bien anunciadas y distribuidas y que apoya últimamente con lanzamientos complementarios como las tintas haciendo juego. El año pasado, inauguró la colección la Darl Lilac, una pluma que tuvo un éxito fulgurante entre los coleccionistas.
(foto: Lamy)
Para 2017, la Edición Especial de Safari ha sido denominada Petrol, un color teal, o mezcla de azul y verde, francamente original y vistoso, que recuerda la finura de matices de las primeras Savannah Green y Terracotta.
La pluma viene muy bien presentada en una caja de cartón negro de calidad y una funda cruda que hace muy buen juego con ella.
La Petrol es una Safari absolutamente normal salvo la especialidad de que el plumín y el clip que son negro en lugar de cromados.
La pluma no tiene ninguna otra marca o detalle que no sean los estándar y, como es natural, goza de la misma capacidad de intercambio de plumín y uso del convertidor Z28 de la casa alemana.
El color es un verde azulado muy oscuro, extraordinariamente elegante. En el material plástico de la pluma, resulta mate y discreto. Se trata de un color sólido y, por tanto, no son de esperar matices, reflejos o aguas. sin embargo, sí es complejo porque la mezcla de verde, azul y negro ( o gris oscuro), dan como resultado un color en cierta medida indefinible que resulta, por ello mismo, francamente atractivo.
Para mi gusto, se trata del color más logrado de Lamy últimamente, al menos en el terreno de las Safari de plástico.
En España. la Petrol se vende por 19 euros. Sorprendentemente, la he visto por un precio mayor en diferentes páginas web de distribuidores norteamericanos y europeos.
La tinta Petrol que acompaña a la pluma coincide absolutamente con su color. El resultado es una tinta muy interesante, con las cualidades típicas de los productos Lamy: húmeda, ligera y con un tiempo de secado razonable. No es demasiado saturada de manera que proporciona un buen nivel de sombreado o gradación de tonos, especialmente notable con puntos gruesos o muy gruesos.
aunque tiene su personalidad distintiva, la tinta recuerda a muchas otras de tonos parecidos. Especialmente me parece similar a la Denim de Diamine y a la Yamadori de Sailor.
El frasco de Lamy contiene su ya tradicional rollo de papel absorbente y secante; un detalle original que se mantiene con el tiempo.
Se trata, como la de la pluma, de una edición limitada, de manera que, una vez agotada, desaparecerá del catálogo Lamy. Su p recio en España es de 9 euros, una cantidad razonable aunque no es de las más baratas del mercado.
El conjunto de pluma y tintero, no supera los 30 euros, una cantidad razonable para una edición especial que gustará a los amantes y coleccionistas de la Safari y que enriquecerá sus vitrinas o su trabajo diario con un color de singular belleza.